Su canción es el registro más fidedigno de la Venezuela contemporánea, de nuestro trajinar como pueblo, de aquella historia silenciada, olvidada.
Agencia La Oreja Que Piensa. https://www.telesurtv.net/telesuragenda/venezuela-ali-primera-semblanza-20211031-0009.html
En un acto realizado en Punto Fijo, estado Falcón, Venezuela, en homenaje a Alí Primera, el recordado cantautor uruguayo Daniel Viglieti dijo: “Alí siempre nos recordaba que La Patria es el Hombre. Yo digo que La Patria es Alí”
El nacido en Coro el 31 de octubre de 1941 es una de las más sólidas referencias de la conciencia y la identidad del pueblo venezolano.
Cuando no se hablaba de Simón Bolívar, él hablaba
Cuando no se hablaba de Revolución, él hablaba
Cuando no se hablaba del poder Negro, él hablaba
Cuando Vietnam fue invisible, él lo visibilizó
Cuando no se defendía a Cuba, él la defendió
De su mano, y con su voz Venezuela recobró a Armando Reverón, a Luis Mariano Rivera, José Leonardo Chirino, Alberto Lovera, Don Pío Alvarado, Argimiro Gabaldón, Cruz Salmerón Acosta, Bolívar y Sucre, entre muchos.
No sólo eso. De su mano, y con su voz volvió a configurar el mapa de Venezuela, cantando paisajes, dolores, y esperanzas de un pueblo batallador. “Vamos, gente de mi tierra” entonaba mientras también insertaba a su país en el mapa de la Patria Grande.
Por eso y por más, para muchos sectores venezolanos, es Alí Primera la cuarta raíz de la Revolución Bolivariana.
Su amistad con Silvio Rodríguez y Diego Silva Silva, y la visión que de él tiene uno de sus biógrafos, Andrés Castillo, quedan reflejadas en el aniversario ochenta de su natalicio. Son gratitudes en tres tiempos.
Silvio Rodríguez y su amistad con Alí Primera
“Esta canción es una canción de rebeldía, de reafirmación, se la quiero dedicar a un amigo, a un gran cantor venezolano que físicamente nos dejó pero sus canciones maravillosas todavía están con nosotros, bregando y luchando: Alí Primera… un gran necio”.
Así dedicó el trovador y cantautor cubano Silvio Rodríguez uno de sus más emblemáticos temas a uno de sus compañeros en la causa de la canción con contenido social, humanista, revolucionaria en la forma y en el mensaje. Fue en La Habana en el segundo semestre de 2011. El 31 de octubre de ese año Alí Rafael Primera Rosell llegaría a los 70 de su natalicio.
Se había viajado hasta Cuba para consultar la memoria de Silvio en torno a Alí Primera. “Yo conocí a Alí en Berlín en 1972. Él estaba allá por el partido (Partido Comunista de Venezuela) y estaba estudiando.
En medio de un tremendo frío, y hasta nieve se dio en febrero el Festival de la Canción Política que hacía la Juventud Libre Alemana. Era la primera vez que yo salía de Cuba para ir a Europa. Ahí estaba Alí. Allí lo conocí.
Era un festival lleno de participantes de Asia, de África, de iraquíes, de la Europa profunda también, húngaros,… y de pronto encontrar un venezolano allí fue refrescante, además con esos pelos así”. Se refería Silvio a los alborotados cabellos de Alí Primera, cabellos que nunca quiso aplacar.
También dijo Silvio: “Discutíamos mucho. Discutíamos muchísimo, pero nos llevábamos muy bien. Nos queríamos mucho. Nos hicimos amigos a partir de ese momento. Yo no lo conocía.
Empecé a escuchar sus canciones allí y ya después me empezaron a llegar por distintas vías, y me di cuenta de que era un cantor importante. Era muy discutidor Alí. Era sangre siempre hirviendo”.
“Muy radical, y además, él siempre asumió que su canción era agitativa, totalmente de barricada. Él es el cantor de barricada por excelencia que yo haya conocido en mi vida. He conocido a otros, sin lugar a dudas, pero así, que lo llevara así en el corazón...Él asumía la canción de esa manera y lo planteaba, planteaba que la canción era para movilizar. Él lo decía”.
A la pregunta en torno a si pudo verificar en Venezuela esa pasión que sentía Alí Primera, Silvio dijo: “Bueno, vi, estuve algunas veces en los cerros y sí, me di cuenta de que Alí cantaba así por los desposeídos venezolanos, porque la gente pasaba mucho trabajo; él era como una voz de la parte más sufrida y más dolida por lo menos del pueblo urbano. No sé cómo funcionaría lo que él hacía en zonas más agrestes, en los llanos, en otros lugares, pero al menos urbanamente él me parecía que era una voz muy urbana, que tenía que ver con lo que pasaba en los cerros, en las calles”.
Se volvieron a encontrar en Managua: “Coincidimos en Managua en el festival de 1983”. (Festival De La Nueva Canción Latinoamericana del 18 al 24 de abril De 1983. Habían Transcurrido 11 Años).
“Estaba muy, muy afectuoso. Yo no sé si le pasaba algo, pero lo recuerdo porque me llamó mucho la atención. Después de eso nos vimos en el Teatro Nacional, en Caracas. No recuerdo si yo estaba con Noel Nicola o con Pablo Milanés. Yo estaba con otro compañero y me acuerdo que estuvo allá atrás en el camerino y me dijo: 'Te traigo este regalo. Y me trajo su cuatro”.
Alí Primera siempre se manifestó entre la rabia y la ternura, y al respecto Silvio Rodríguez señaló: “Seguro. Es que todas esas rabias salen de un profundo sentimiento de amor. La rabia es una reacción a los grandes sentimientos de solidaridad. Y en este caso salía de un ser eminentemente solidario, y yo creo que esa ternura subyacía detrás de esa manera rabiosa”.
Manifestó Silvio una real preferencia por la “Canción Bolivariana” de Alí Primera: “Es muy profundo el diálogo de un niño que habla con Bolívar. Creo que después llegué a cantar con su hermano Montecano, y con Lilia Vera una de las últimas veces que fui a Venezuela. Yo conocí a los hijos de Alí, pero cuando eran chiquitos. Había una hembrita también, una niña. Conocí también a Sol en algún momento, me parece que en casa de Lilia”.
Tema "Canción Bolivariana" del cantautor venezolano Alí Primera acompañado por el niño Gregorio Yépez.