Agencia La Oreja Que Piensa. Por Angel del Toro Fonseca https://www.cubaperiodistas.cu
Hace cinco años falleció Antonio Moltó Martorell, entonces presidente de la Unión de Periodistas de Cuba. Como homenaje, reproducimos este fragmento de entrevista en la que Moltó habla de su percepción del periodismo.
Contramaestre, mar. 14. Antonio Moltó Martorell no ha dejado de ser el santiaguero genuino de charla picaresca, pero de verbo agudo cuando se trata de criticar todo lo que entorpece al periodismo y a la vida normal del cubano actual.
Moltó Martorell ostenta los Premios Nacionales de Periodismo, Juan Gualberto Gómez por la meritoria obra profesional durante el año 2002 y el José Martí por la obra de la vida en el 2008.
Desde hace 14 años es el conductor y director del programa de opinión “Hablando Claro” de la emisora nacional Radio Rebelde, en el que se debaten los problemas cotidianos de la sociedad cubana, razón por la que merece el reconocimiento de miles de cubanos.
Esta entrevista pospuesta, se produjo hace unos dos meses durante una breve reunión de trabajo de la UPEC en la calurosa Santiago de Cuba.
La primera interrogante a Moltó, desnuda la personalidad del periodista a quien le molesta hablar de sí mismo. Sin embargo, el carácter santiaguero hace que el protocolo se rompa.
Periodista: Luego de haber transitado por los caminos del periodismo, pudiendo haberse desempeñado en otra profesión ¿Por qué Antonio Moltó periodista?
Moltó: (…) Quizás por una necesidad como ser humano, de comunicar cosas, de descubrir lo trascendente en lo cotidiano (…) siempre me preocupó eso, siempre fui un poco fantasioso, amante de contar las historias a mi manera, recrearlas, alimentarlas con ficción y mezclarlas con la realidad (…) Y tal es asi que en mi familia a veces me preguntaban si estaba hablando cosas de verdad o era una de las historias mías (…)
(…) Y no es que yo considere que el periodismo es una complicidad para contar historias fantasiosas, no, todo lo contrario; pero es que el periodismo parte de las historias de seres vivientes, humanos, entre los cuales estás tú mismo (…) Se trata de que en el periodismo tienes que ver las cosas de una manera invisible y contarlas para que otros las vean (…) esa gran virtud tiene el periodismo que ayuda tanto al ser humano (…)
P: ¿Y cómo ayuda el periodismo al periodista?
M: (…) Ayuda a encontrarse con uno mismo y ser encontrado por el pueblo, a fortificarse uno mismo entre otros (…) Por ejemplo, a mi me maravilló siempre la columna de Guillermo Cabrera en el periódico Juventud Rebelde, por ser una manera singular de hacer periodismo compartido, ya que él le brindaba su espacio a otro redactor que era el público, que es en primera y única instancia a quien uno se debe (…).