Agencia LA Oreja Que Piensa. Argentina 2010. (Por Fernando Pellegrini)
El trovador mexica presenta en el ND Ateneo su nuevo DVD que refleja un recital grabado en Buenos Aires en 2005 con León Gieco, Juan Carlos Baglietto, Pedro Aznar y sus hijos Gianni y Carlo Filio. En exclusiva para La Oreja que Piensa durante una entrevista realizada por correo electrónico desde México, habla de su relación con las ciudades que recorre con su música y de Buenos Aires donde resuelve dejar registro de su vínculo con la gente. Promete para el recital del próximo 17 de julio “una fiesta para el alma”.
- Según afirma el cantautor Luis Eduardo Aute quien viaja tanto puede distinguir que hay ciudades que pueden gustar mucho y otras considerablemente menos: “hay ciudades –afirma Aute- que quiero, otras que me producen una tremenda indiferencia, hay ciudades que odio y hay otras que amo incluso con pasión”- A ti que viajas tanto con tu música trovadora ¿qué te sucede con las ciudades?
- A todas les encuentro personalidad y rostro propio, hay ciudades que para mi son jardines gigantes como Costa Rica o Nicaragua, hay otras que las veo como grandes imperios fríos y poco humanos, otros son alegres y simpáticos, otros son tormentosos y algunas sumamente románticos. Como ves, todos están relacionados con recuerdos de vivencias humanas e inolvidables. Las ciudades en si, son simplemente lugares llenos de personas, estas son las que despiertan cada impresión, cada sentimiento, es la gente, no el lugar.
- ¿Por qué se eligió Buenos Aires para la realización de un recital con amigos invitados donde además se grabo un CD y un DVD?
- Me parece que es porque tengo entrañables amigos ahí, recuerdos lindos de cada uno de ellos. En el comienzo del DVD "Filio en Buenos Aires", intento expresar el cariño que siento por este hermoso país, así como la gran admiración por su música y los grandes exponentes de esta. Por esto y por la magia de sus calles, las mismas por donde mi único amor caminó buscando, buscándose, buscándome, las callecitas de Buenos Aires tienen ese algo especial, alguien ya lo dijo antes. Es como un punto de encuentro al que regreso y regresaré una y otra vez en busca del buen aire para seguir adelante. Por esto y mucho más, Buenos Aires.
- ¿Qué tiene Buenos Aires para atraerte tanto?
- Es algo inexplicable, ni Maru, ni yo lo sabíamos bien, al principio pensábamos que eran los alfajores, después que los abrazos del Conde de Palermo, Alejandro Sambonini, incluso llegamos a pensar que la inmortal ánima de Ernesto Guevara flotando por Corrientes y alrededores. Un buen día, sentimos eso que sienten los Argentinos que se van de su país, lo dice el tango, VOLVER.
- Este trabajo grabado en vivo en Buenos Aires, como tus anteriores, tiene una producción totalmente independiente con mucho tiempo para su concreción final. ¿Cómo fue todo este proceso y por qué se invirtió tanto tiempo?
- Tengo una mujer a la que en gran parte se debe todo este sueño, Maru defendió contra todo y contra muchos este DVD que para ambos es muy especial. Tomo su tiempo, si, pero logramos expresar un poco de lo mucho que sentimos por Buenos Aires, este trabajo no vio la luz, hasta que sentimos al verlo, esa sensación de andar de la mano por esta hermosa ciudad. El proceso fue largo y desesperado, las ideas fueron y vinieron, tuvimos desavenencias con colaboradores, editores e incluso entre nosotros mismos. Lo cierto es que estamos muy conformes con el resultado y de antemano lo digo, no corro de prisa, disfruto simplemente.
- Si tuvieras la mágica posibilidad de cambiar cosas con un simple rasgueo de una guitarra, ¿qué modificarías de Buenos Aires y su gente?
- Lo mismo que trato de modificar en todas las ciudades a donde voy a cantar, el corazón de las personas, despertar su sensibilidad para cobrar conciencia del gran compromiso que es vivir, este es mi objetivo como trovador. Hacer algo que contrarreste lo que José Saramago denomino un mundo pésimo, cuando afirmo no ser él un pesimista.
- ¿Cómo será este próximo recital del 17 de julio en el Teatro ND Ateneo?
- Será un concierto muy humano, una fiesta para el alma, un intento más de despertar y despertarlos.