Agencia La Oreja Que Piensa. Argentina 2010. (Por Ana Almada)
Un llamado a los movimientos, organizaciones y redes sociales del continente a redoblar la lucha por la soberanía de nuestros pueblos, destacando que están ante una ocasión histórica para desarrollar iniciativas de emancipación a escala internacional y reafirmando que "sólo las luchas de nuestros pueblos" van a permitir avanzar hacia una tierra sin mal y del buen vivir, fueron algunos de los ejes de la declaración final del IV Foro Social Américas que se desarrolló del 11 al 15 de agosto en la ciudad de Asunción, Paraguay.
La apertura del mismo se realizo con una nutrida y colorida marcha que partió desde el Consejo Nacional de Deportes hasta el Cabildo. Ésta daba cuenta de la pluralidad y la diversidad de géneros, etnias, culturas, generaciones y capacidades físicas. Cabe señalar la gran presencia de mujeres y gente joven.
Para llevar adelante los ejes temáticos se desarrollaron más de 250 actividades autogestionadas con la modalidad de ponencias y talleres; paneles y conferencias cogestionadas. Cada uno de los días cerraba con distintas actividades culturales.
En las distintas actividades primó uno de los principios del Foro Social Mundial: como espacio abierto de encuentro para intensificar la reflexión, realizar un debate democrático de ideas, elaborar propuestas, establecer un libre intercambio de experiencias y articular acciones eficaces por parte de las entidades y los movimientos de la sociedad civil que se opongan al neoliberalismo y al dominio del mundo por el capital o por cualquier forma de imperialismo y, también, empeñados en la construcción de una sociedad planetaria orientada hacia una relación fecunda entre los seres humanos y de estos con la tierra.
En el cierre del IV Foro Social Américas, en el que estuvieron presentes los presidentes de Paraguay, Fernando Lugo, de Uruguay, José Mujica, y de Bolivia, Evo Morales, los movimientos sociales participantes de todo el continente elaboraron una declaración que fue leída ante una multitud festiva que colmaba el estadio del Consejo, coreando consignas por la reforma agraria, contra la criminalización y la militarización de los pueblos, y por la unidad latinoamericana.
Los puntos sobresalientes del documento son la solidaridad y compromiso con el pueblo paraguayo ante los procesos de cambio que se están dando en el país. La reivindicación de los movimientos sociales, tanto campesinos como indígenas cuestionadores del sistema capitalista y que con su luchas han logrado la salida de gobiernos neoliberales.
Repudio enérgico a la militarización de la región por parte de los Estados Unidos y a la presencia de la IV flota, como instrumento de intimidación y desestabilización de la democracia en el continente. El apoyo total al pueblo Hondureño y el repudio al golpe sufrido en ese país. El apoyo a la lucha del pueblo de Haití, que con la excusa de la ayuda humanitaria se está dando una clara ocupación militar y económica por parte de las grandes potencias. La defensa de los bienes naturales frente al capitalismo devorador y la creación de un Tribunal Internacional de Justicia Climática.
El documento cierra con un párrafo de esperanza y compromiso: “Nos comprometemos a reforzar la lucha por la soberanía de nuestros pueblos, la soberanía alimentaria, la soberanía energética y la soberanía de las mujeres sobre sus cuerpos y su vida y por el reconocimiento de la diversidad sexual. Construimos alternativas que parten de los acumulados en las resistencias desde la interrelación de diversas perspectivas anticapitalistas, antipatriarcales, anticoloniales y anti-racistas, al mismo tiempo que avanzamos en la búsqueda de otro paradigma centrado en la igualdad, el buen vivir, la soberanía y la integración fundamentada en el principio de la solidaridad entre los pueblos.”
Luego de la lectura del manifiesto los Presidentes tomaron la palabra y los tres coincidieron que al capitalismo no le interesa el planeta tierra ni la vida, solo acumular capital en pocas manos. Por tal motivo ahora es el momento en que los gobiernos deben llevar adelante desde sus lugares, lo planteado por los movimientos sociales en este IV Foro.