Agencia La Oreja Que Piensa. Desde Naciones Unidas, Ginebra, Suiza. Por Sergio Ferrari.
El rechazo de los electores colombianos a los Acuerdos de Paz firmados la semana pasada entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de la FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) ocupa este lunes 3 de octubre un lugar esencial en los titulares de la prensa europea.
“Colombia dice ‘no’ al acuerdo de paz con las FARC”, subraya el periódico español El País, quien no esconde sin embargo el elevado porcentaje de abstención (más del 60 % del electorado) que marcó este domingo el referéndum en ese país sudamericano.
SWISSINFO, la vitrina virtual externa de Suiza, que ha seguido desde tiempo con gran calidad profesional el proceso de negociación colombiano, subraya en su titular en lengua española, que pese al No de ayer, las dos partes negociadoras “ratifican su voluntad de paz”.
“Acuerdo de paz con las FARC: Colombia en la incertidumbre luego del no en el referéndum”, titula por su parte el cotidiano francés Le Monde.
En tanto el cotidiano italiano La Reppublica, titula “Colombia, del referéndum popular, el “no” al acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC”, agregando como subtítulo que “Santos resiste, “no se retrocede”.
A pesar de las preguntas que pesan en la coyuntura colombiana, sobre como desbloquear en el futuro la nueva situación política que torpedea los Acuerdos de Paz, anticipando cualquier resultado las Naciones Unidas habían y ratificado su apoyo al proceso de seguimiento.
El último viernes de septiembre, la Misión de Naciones Unidas en Colombia informó que se dio inicio a las labores del Mecanismo Tripartito de Monitoreo y Verificación del Cese al Fuego en varias de las sedes destinadas para ese propósito.
Nueve representantes del Gobierno y nueve de las FARC-EP, así como 18 observadores internacionales de la Misión de la ONU en ese país, se trasladaron a la sede del Mecanismo en Bogotá.
La Misión explicó que se trata de un paso muy simbólico, ya que es la primera vez que integrantes de las FARC se ubican en la capital, después de años de haber operado en las zonas rurales.
También, representantes de esos tres componentes se instalarán a partir de este lunes 3 de octubre en otras cinco de las ocho sedes regionales, ubicadas en Florencia, Popayán, San José del Guaviare, Valledupar y Villavicencio.
Las tareas incluyen, además del monitoreo y verificación, la planificación y la coordinación logística del despliegue de observadores en las 27 áreas en las que se llevará a cabo la dejación de armas, en las denominadas Zonas Veredales y Puntos Transitorios de Normalización.
Otra de las tareas que asumirán los representantes de la ONU es la verificación de la destrucción de una parte del arsenal de las FARC.
El general Javier Pérez Aquino, coordinador del Mecanismo y jefe de los observadores, subrayó que el inicio de labores en varias de las sedes refleja el compromiso de las partes y de Naciones Unidas de iniciar la construcción de una paz estable y duradera para Colombia.
Dos dinámicas contrastadas: la del electorado colombiano que rechazó en las urnas el proceso de paz y la de la ONU y una gran parte de la comunidad internacional que no solo han ratificado su apoyo a los Acuerdos, sino que han iniciado ya, in situ, el proceso mismo de aplicación de los mismos.
Una especie de laberinto político o, más aun, de rompecabezas estratégico que lleva implícita la pregunta de fondo: ¿cómo aplicar una paz firmada que no ha sido ratificada en las urnas por el electorado colombiano?