Una revista digital realizada por internos del Penal de Ituzaingó
Para los buscadores de nuevas publicaciones en Internet hay una buena noticia. Acaba de parecer “La Astilla” y corresponde darle la bienvenida al menos por dos motivos. El primero, por la calidad de sus contenidos. Y el segundo, porque está realizada por estudiantes secundarios de la Unidad Penitenciaria Nº 39 de Ituzaingó, Provincia de Buenos Aires.
“¿Para qué nos puede servir hacer nuestra propia revista?”, se preguntan en la nota editorial de la publicación, y en uno de los párrafos se dan parte de la respuesta: “Sirve para tener conciencia de la información que leemos y poder investigar y aprender sobre temas en los que la sociedad no está bien informada y así tener mejores respuestas a los problemas sociales”.
La revista que abandonó el papel para ser digital (www.educared.org.ar/periodismo/laastilla), incluye secciones de opiniones, entrevistas, historietas, reflexiones y noticias. Está totalmente producida, escrita, editada, diseñada e ilustrada por alumnos de la materia Comunicación Comunitaria, del tercer año de la Escuela Media Nº 7 que funciona dentro del establecimiento carcelario.
La temática de este número es variado: aborda la Ley de Medios, la Tolerancia Cero, los despidos a 160 trabajadores de la ex Terrabusi, el significado de recuperar la libertad, cuentan el maratón de lectura que realizaron, y hay una historieta, “La causa no está perdida”, cuya idea y producción fue de dos docentes con los alumnos de 1º, 2º y 3º año de la escuela en el marco del proyecto Jóvenes y Memoria de la Comisión Provincial por la Memoria.
“Regreso a la Vida” es el artículo en donde le preguntan a Leonardo Morales Agüero, un interno que acaba de recuperar la libertad, si tiene algún proyecto en la calle.
“Hay uno pero hay que ponerle onda. Acá hicimos un taller donde hacemos libros en Braile, para personas no videntes. Estamos esperando un subsidio del Ministerio de Desarrollo Social para que se pueda armar un microempredimiento afuera similar al taller que funciona adentro. El lugar ya está pero hay que ponerlo en condiciones y nos tienen que entregar las máquinas para la imprenta. El proyecto funciona con la donación de libros y nosotros los rehacemos. Somos nueve personas las que estamos haciendo el taller y todos deberíamos estar saliendo en un lapso de dos años así que es una buena posibilidad para reinsertarse. Ya hubo ocho que salieron antes pero como no nos entregaron los subsidios no se pudo articular el proyecto y nos perdimos el rastro”, relata.
Los autores explican que el nombre de la revista tiene un doble carácter: “el primero quiere decir la parte que le corresponde a cada uno, en la repartición del botín como al fraccionar un pan. Esa repartición debe ser en teoría equitativa, pero ya desde arriba suele darse muy despareja”.
“El otro carácter es más simbólico, surge como una molestia, esa astilla duele. Esto tiene significado social, la astilla es un grupo excluido y discriminado de clase social baja que el poder político sólo puede reconocer cuando le molesta”, desarrollan.
Los interesados en comunicarse con "La Astilla" pueden escribir a revistalaastilla@gmail.com