Agencia La Oreja Que Piensa. Por Fernando Lorenzo. Agencia ANSA (*)
River Plate decidió abrirle las puertas del estadio Monumental a las personas en situación de desamparo, en virtud de las cinco muertes provocadas por la ola de frío polar que azota Buenos Aires.
"Quisimos darle un mimo a quienes la están pasando mal", resumió Rodolfo D'Onofrio, presidente del club "millonario" al confirmar la iniciativa compartida con la organización Red Solidaria, que asiste a los más desprotegidos.
"Convenimos abrir las puertas del Monumental por las noches a las personas en situación de calle", completó D'Onofrio citando al titular de esa entidad, Juan Carr, quien confirmó que las muertes por hipotermia en esta ciudad ascienden a cinco.
Muertes de personas sin techo vinculadas con la ola de frío polar que azota no sólo a Buenos Aires, pero también con la situación de abandono y de pobreza que afecta cada vez a más argentinos.
Mientras algunos deciden mirar para otro lado, River decidió tomar cartas en el asunto y además de albergar a los más carenciados en las gélidas noches porteñas, invitó a sumarse a la iniciativa donando ropa de abrigo a quien quiera colaborar.
Un "millonario" solidario como no demuestran serlo muchos de los beneficiarios del modelo económico adoptado por el gobierno de Mauricio Macri, otrora presidente de Boca Jrs, el eterno rival de River Plate.
Justamente, en el barrio donde se erige la "Bombonera" un comercio gastronómico bautizado como "El Campeón de La Boca" asiste con alimentos a quienes no tienen recursos para asegurarse al menos un plato de comida caliente durante el día.
"No miramos cómo están vestidos, le damos de comer a quienes lo necesitan", aclara durante una entrevista televisiva la encargada del local al explicar la iniciativa solidaria y cotidiana.
"A la hora de la merienda los clientes habituales saben que deben esperar a que atendamos a esta gente antes de atenderlos a ellos. Muchos lo entienden y si no, perdemos un cliente", resume sin medias tintas.
Rodeada de fotografías de viejas y actuales glorias "xeneizes" como Diego Maradona y Juan Román Riquelme colgadas en las paredes de su comercio, la dama aclara: "A él no, no es bienvenido. Si llegase a venir, lo saco matando".
La referencia apuntaba a la pregunta del cronista sobre una eventual visita del hoy presidente argentino y su condición de fanático de Boca a quien muchos sindican como el gran responsable de la actual debacle social y económica del país.
Mientras el propio Juan Carr afirmaba hace más de tres años que Argentina estaba a punto de alcanzar el "hambre cero", el propio Macri prometía alcanzar la "pobreza cero" durante su mandato como uno de los lemas de su campaña.
A punto de cumplirse sus primeros cuatro años de gobierno, los índices oficiales y extraoficiales lo desmienten e indican, como lo hace un informe de la Universidad Católica Argentina (UCA), que la pobreza crece a pasos agigantados.
El incremento del desempleo y los "tarifazos" que hacen impagables muchas veces los servicios básicos se refleja en el incremento de la pobreza superior al 33 por ciento, afectando a más de 14 millones de personas, la mitad de ellas niños.
Tres millones de nuevos pobres en apenas un año, cifras que resultan alarmantes sobre todo considerando los sub-rubros para catalogar el tipo de pobreza pues un número similar ni siquiera llega a cubrir las necesidades alimenticias básicas diarias.
Macri promete profundizar el modelo y se anticipan reformas laborales y previsionales para cumplir con las metas del Fondo Monetario Internacional (FMI) en función del brutal incremento de la deuda externa. El presidente que pedía ser evaluado por la evolución de la pobreza durante su gestión se someterá a examen en las elecciones generales de octubre, donde buscará un nuevo mandato de cuatro años.
Con una inflación galopante (un flagelo que también prometía solucionar rápidamente y hoy trepa a más del 200 por ciento desde que asumió el cargo) y un desempleo que asciende a los dos dígitos, el panorama no resulta alentador.
Sobre todo considerando que impactó con mayor violencia en los precios de los alimentos más básicos de la canasta familiar, ya devastada por el exponencial incremento de las tarifas de los servicios.
Con una deuda externa que se incrementó en un 63,1 por ciento, no hace falta ser economista para imaginar el escenario de los más necesitados, aún cuando el gobierno anuncie con bombos y platillos el acuerdo Mercosur-Unión Europea.
Acuerdo que según los entendidos no anticipa los beneficios que prometen quienes intentan venderlo como "histórico" a partir de una reconversión del aparato productivo, la mitad de cuya capacidad hoy por hoy se encuentra "ociosa".
Mientras se debate el modelo de país para el futuro, disputa que se dirimirá en las urnas dentro de algunos meses, la gente muere por culpa del frío en las calles. Por suerte, algunos decidieron abrirle las puertas de su casa, como River.(ANSA).
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